Durante el primer semestre de este año se realizaron inspecciones rutinarias en más de 60 panaderías de nuestra ciudad, con el objetivo de verificar: las condiciones edilicias e higiénicas sanitarias, la manipulación de materias primas, productos intermedios y terminados.
También Jorge Cuenca señaló que “se inspecciona el local de venta, en el que se procede al control de los productos elaborados como la rotulación para el caso de confituras, fecha de caducidad, entre otros datos” y continuó “dependiendo los casos y ante algún incumplimiento al Código Alimentario Argentino o a ordenanzas municipales, se procede a realizar las actas correspondientes, decomisos, intimación o emplazamientos”.
Por último, Jorge Cuenca destacó la buena voluntad de los comerciantes, quienes en su mayoría les agrado ver que estábamos desarrollando esta tarea, que beneficia a los consumidores y a su vez evita la competencia comercial desleal”.